La Pirámide Del Discipulado

 

¿Cómo entrenó Jesús a sus discípulos?

¿Tenía Jesús un plan claro para formar a sus discípulos?

¿Alguna vez te has preguntado si los discípulos de Jesús fueron entrenados siguiendo un plan bien pensado?
¿O simplemente aprendieron día a día según las oportunidades que se presentaban?

¿Asistieron a algún tipo de escuela formal, instituto o seminario?
¿Fue ese el modelo de formación que recibieron los apóstoles?

Tal vez tú también te has hecho estas preguntas. Y es bueno hacerlo.


Jesús formó a sus discípulos con intención y propósito

Cuando analizamos los Evangelios, es evidente que el Señor tenía un proyecto formativo para preparar a los discípulos que enviaría al mundo.
No fue algo improvisado. Jesús invirtió tiempo, oración, entrega y lágrimas para formar a sus seguidores con un propósito claro.


¿Tienes tú un plan para formar discípulos?

En mi caso personal, un día me detuve a reflexionar:

  • ¿He pensado realmente en lo que Dios espera de las personas que ha puesto a mi cuidado?

  • ¿Tengo una estrategia clara para ayudarles a crecer espiritualmente?

  • ¿Estoy formando colaboradores para el ministerio o solo repito lo que siempre se ha hecho?

Tuve que admitirlo: no tenía un plan.
Todo mi enfoque estaba en enseñarles a predicar, prepararlos para el púlpito. Pero eso no es suficiente. Me di cuenta de que necesitaba formar discípulos líderes, como lo hizo Jesús.


Todo entrenamiento necesita un plan que vaya de menos a más

Así como un arquitecto traza planos antes de construir un edificio, quienes lideramos una iglesia también necesitamos un plan para guiar a los nuevos creyentes desde su conversión hasta la madurez en Cristo.

Debemos tomar en cuenta:

  • Su nivel de conocimiento espiritual

  • Su capacidad de compromiso

  • Su ritmo de crecimiento

No podemos pedirles más de lo que pueden dar, ni tampoco dejarles sin dirección esperando que crezcan por sí solos.


¿Qué tipo de enseñanza necesita un nuevo creyente?

La Biblia compara al nuevo creyente con un recién nacido que necesita leche espiritual. Esa «leche» es la Palabra de Dios, pero no cualquier enseñanza sirve.
Debe incluir principios básicos sobre:

  • Dios

  • Jesucristo

  • El Espíritu Santo

  • La Biblia

  • La salvación

  • El pecado

Esa base es esencial antes de avanzar a enseñanzas más profundas.


Beneficios de tener un plan de formación de discípulos

Contar con un proyecto estructurado para el crecimiento espiritual tiene muchas ventajas:

? Permite llevar a cada discípulo paso a paso, de un nivel a otro
? Motiva al creyente al ver su avance no solo en conocimiento, sino también en participación activa
? El plan puede ajustarse y mejorar según los resultados y las nuevas herramientas disponibles


Un modelo probado que funciona

En la base de este proceso formativo usamos estudios para grupos célula o las lecciones del Pack 1 gratuito.
Una vez bautizados, los nuevos discípulos continúan con los Packs 2 y 3, también gratuitos.

Este modelo ascendente —como una pirámide— ha sido probado y ha dado muy buenos resultados. También se pueden incorporar cursos como:

  • «Mientras Esperamos» (Pack 1)

  • «La estrategia oculta en los Evangelios»

  • «De Cero al Liderazgo» (Cursos Premium)


Toma acción hoy

Tener un plan claro para formar discípulos no solo es útil, es una responsabilidad.
Dios nos llama a guiar a otros desde su nuevo nacimiento espiritual hasta convertirse en obreros maduros para Su obra.

 

 

                 

  Para evangelizar y llevar al bautismo al nuevo creyente

          

Para quienes han sido bautizados                                                     

      

M. F. Verde.

2 Comments

  1. Avatar
    Maria julio 15, 2010

    Estoy de acuerdo, se ha descuidado mucho a las personas que aceptan a Jesucristo y se bautizan. No les dan la enseñanza para su proceso de desarrollo espiritual, los dejan al ay se va y no se discipulan, no se les da un seguimiento, unos se quedan en el estancamiento espiritual yotros retroceden. Discipular y orar; buena herramienta.

  2. Avatar
    Alex Flores diciembre 08, 2016

    Mi preocupación es que no se está practicando la palabra del Señor, la fe en el espíritu y en verdad en la congregación, no se continúa enseñando a los nuevos convertidos luego de llevarlos al bautismo, apoyé al pastor en el predicipulado a un grupo muy bonito y YA. HASTA ALLÍ, los reportes hacia el ministro «satisfactorio», (solo eso importa), se retiran poco a poco y quedan los que por algunas razones personales siguen asistiendo, los cultos se vuelven una rutina en donde se improvisa que a unos minutos antes del servicio o culto reparte los diferentes «privilegios», de la lectura, cantos congregacionales, coros, recolector de la ofrenda (dinero) etc… y se sigue con lo mismo TRADICIONALMENTE. el pastor habla de la organización si la hay, pero en papel unicamente, le he dicho al pastor de que preparemos a miembros, a seguir estudiando y que Dios me provee material y equipo para hacerlo. es triste para mi ver la rutina, la religiosidad, lo acomodado de el y hace la pasividad en la congregación.

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