Qué Quiero Ser o Hacer Ministerialmente en Diez Años 7

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Jesús les dijo a sus discípulos:

Mateo 23:3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.

Mateo 20:25 Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.

Mateo 17:25 ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o de los extraños?

A quienes no eran discípulos.

Marcos 12:14 Viniendo ellos, le dijeron… ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?

Marcos 12:17 Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.

Todos estos textos demuestran que Jesús tenía una clara conciencia de las condiciones sociales de su tiempo. No estaba limitado al campo religioso. El ministro de Dios debe estar actualizado, tener una visión clara de su entorno, para darle a su enseñanza una aplicación objetiva y actualizada; pero por supuesto centrada en la Palabra y en la doctrina apostólica de siempre.

No ser ministros ordenados, no exime del privilegio de servir al Señor. Históricamente los laicos han sido usados poderosamente en la expansión del reino. Vea Hechos 11:19-20. ¿Qué o quién es un laico? Es aquel fiel de una congregación religiosa que no es miembro del clero; es decir, aquel creyente que no es un clérigo. (Hombre que ha recibido alguna de las órdenes sagradas que otorgan las Iglesias cristianas y que por consiguiente pertenece al clero).

Como ministros de la Palabra, primeramente tenemos que entender con toda claridad, lo que el Señor ha expresado sobre la función de la iglesia, para poder ejecutar con precisión lo que nos ha mandado. No tenemos que inventar ni descubrir nada: Id y predicad el evangelio a toda criatura, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado, (Esto, colocando ordinalmente los pasos a seguir) Tú dirás: -No tiene nada de nuevo-. Efectivamente. Te lo dije. El asunto no es el “Qué”, sino el “Cómo”. ¿Cómo vamos a realizarlo en la actualidad, bajo la multitud de circunstancias cambiantes de la postmodernidad en que vivimos, en medio del siglo de los derechos y las libertades? Mismas órdenes y pasos, que demandan métodos distintos para hacer llegar el mensaje a los prospectos y cumplir el objetivo. No cabe duda que separados de Cristo nada podremos hacer como mencionamos en el tema 3 de esta serie. https://discipulados.com/que-quiero-ser-o-hacer-en-diez-anos-3/

La ciencia y la tecnología avanzan a paso vertiginoso. La Internet y la telefonía inteligente nos han cambiado el mundo y la vida, el modo de pensar y la conducta. Basta observar a la gente “texteando” en su celular o jugando en su Tableta. Y es que “textear” no era una palabra  sino hasta hace muy poco.

Ya desde el siglo I Epicteto dijo: El error del anciano, es que pretende enjuiciar el hoy, con el criterio del ayer. –

Actualice su conocimiento teológico. Profundice su saber en cultura judía, cultura romana del siglo I, historia de la iglesia, si, pero también Misionología, ministerios internacionales etc. Perfeccione su dominio de softwares que le permitan acceder a información bíblica de sana doctrina, nuevos descubrimientos arqueológicos etc. Profundice en pedagogía y métodos de enseñanza, en estilos de aprendizaje (No todos los miembros de nuestra iglesia aprenden de la misma manera y una cosa es la enseñanza y otra el aprendizaje. Los que enseñamos La Palabra, tenemos que conocer ambas). Aprenda a manejar programas que hagan visual su enseñanza como por ejemplo PowerPoint. Infórmese de nuevos métodos efectivos para llevar el evangelio y dar a conocer el plan de salvación. En fin, lo que quiero decir, es que, no podemos dar por hecho que si terminamos la universidad, el seminario, o el instituto bíblico, hemos superado la etapa de preparación y solo resta ponerlo a funcionar. Actualizarse es indispensable.

Alvin Toffler dijo: -Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender. –

Cada uno de nosotros los salvados, somos responsables de llevar el mensaje de salvación a los perdidos, con todos los recursos a nuestro alcance. Normalmente lo que hace falta es (1) soñar, visualizarse uno siendo o haciendo, (2) proyectar, (3) determinar metas y (4) establecer objetivos para conseguirlas. (Conseguirlas no implica necesariamente que conseguiremos miles de convertidos, pero sí que miles de pecadores escucharon que hay un Dios que quiere salvarlos). En este caso la meta es a diez años, pero los objetivos son pasos programados por día, semana, mensual o anualmente, que nos conducen poco a poco, hacia la meta deseada en diez años.

C. Jung dijo: -No podemos vivir el atardecer de la vida con el mismo programa de la mañana. –

SI ES PROFESIONISTA…

Aplique lo mismo al campo propio de su especialidad.

PASEMOS A LAS ACCIONES

Tome su libreta y su lápiz.

Defina lo que quiere ser o hacer como DISCÍPULO LAICO en su iglesia en diez años.

Escriba:

¿Repartir literatura?

¿Cuánta? ¿Cuánto costará? ¿Cómo se costeará? ¿Qué días? ¿Dónde? ¿A quiénes?

¿Involucrarse en alguna actividad en el templo?

¿Cuál? ¿Cuándo? ¿Qué días o noches?

¿Reunir un pequeño grupo en torno a una habilidad que domina y que compartirá con el objeto de presentar el evangelio?

¿Qué habilidad? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Con quiénes? ¿Cuánto tiempo? ¿Qué se necesita? ¿Cómo lo proveerá?

SI ES DISCÍPULO ORDENADO.

¿Planea llevar el evangelio a nuevas comunidades?

¿Cuáles? ¿Cómo lo hará? ¿Con qué elementos? ¿Qué días? ¿Cuánto costará? ¿Cómo se financiará? ¿Adquirirá propiedades? ¿Empezará en casas particulares? ¿Cuándo se justificará la construcción de un templo? ¿Qué resultados deberán verse en 2025 por ejemplo?

En el aspecto personal.

¿Qué habilidades le hacen falta para perfeccionar su ministerio? ¿Está dispuesto a trabajar en ellas? ¿A partir de cuándo? ¿Qué días le dedicará? ¿Cuánto tiempo?

Mark Twain dijo: Dentro de 20 años lamentarás más lo que no hiciste que lo que hiciste, así que suelta amarras y abandona el puerto seguro.–

Salmos 90:12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.

Dios le permita realizar sus sueños.

Bendiciones.

Pastor Verde.

M. F. Verde.

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