Palabras «Trinchera»
PALABRAS TRINCHERA
Palabras que encubren.
Checando el diccionario resulta que Trinchera significa: Zanja que permite disparar a cubierto del enemigo y que constituye una posición defensiva.
Desde una trinchera era más fácil disparar con cierto grado de protección al no exponer el cuerpo al descubierto, lo que aumentaba las posibilidades de ser herido por el fuego enemigo.
Aplicado esto al modo de hablar, queremos decir; cierto tipo de expresiones que nos permiten lanzar recomendaciones, amonestaciones y hasta reprensiones de manera encubierta.
En el cristianismo, es fácil disparar una carga verbal sobre lo que debemos ser o debemos hacer, pero manteniéndonos ocultos en la trinchera de las palabras que expresan la idea de grupo.
Recuerde que una trinchera es una posición defensiva; no hay avance si se mantiene uno dentro de ella. En una batalla era indispensable dejar las trincheras para ganar terreno y ocupar nuevas posiciones hacia el frente, no sin correr el riesgo de ser herido en el intento, y de eso se trata este artículo. NORMALMENTE EVITAMOS EXPONERNOS DIRECTAMENTE ; ESPECIALMENTE SI TEMEMOS QUE NO PUEDEN VER APLICADAS A NUESTRA VIDA LAS ACCIONES O RECOMENDACIONES QUE HACEMOS. Es por eso que mejor exhortamos ocultándonos en la trinchera de la primera persona del plural “Nosotros”.
¿Ha notado que cuando hablamos de responsabilidades, deberes y culpas tendemos a utilizar palabras que expresan pluralidad; pero cuando hablamos de logros, elogios, conocimientos, sabiduría o espiritualidad alcanzada tendemos a hablar en primera persona, es decir: “Yo” o “Mi…”?
Dicho de otro modo: si se trata de culpas, responsabilidades, y deberes; la palabra es “Nosotros”. Si se trata de logros, conocimientos, o sabiduría alcanzada la palabra es “Yo”
En todos los párrafos de arriba, he estado utilizando “Palabras Trinchera” y si no fuera porque las he subrayado quizás no las hubiera notado; resulta bien fácil pasarlas por alto ¿No? Por favor; lea de nuevo y observe:
Las palabras trinchera en todos estos párrafos fueron: “El cristianismo y Nosotros.”
Es decir: todo lo que dije, lo dije ocultándome dentro de la trinchera de las palabras: “El cristianismo y nosotros”. No salí al frente y dije: “¡Yo, como cristiano, digo que…!” ¿Me voy explicando?
La mayoría de los libros cristianos están escritos de ese modo, usando la trinchera del plural y aunque literariamente no es incorrecto, en el plano de la espiritualidad, de la integridad, de la verdad, a veces resultan ser trincheras que se nos ofrecen para reforzar la tendencia con la que nos protegemos para no ser el blanco de la dura aceptación de la verdad y de la aceptación de la culpa en nuestras propias faltas cometidas.
¿Lo vió? De nuevo ¡Estoy usando la misma fórmula ahora mismo! El párrafo en negrita de arriba dice: – a veces resultan ser trincheras que se nos ofrecen para reforzar la tendencia con la que nos protegemos para no ser el blanco de la dura aceptación de la verdad y de aceptación de la culpa en nuestras propias faltas cometidas.
Ese mismo párrafo pude escribirlo así: “A veces resultan ser trincheras que se me ofrecen para reforzar esta tendencia con la que me protejo para no ser el blanco de la dura aceptación de la verdad y de la culpa que tengo en mis propias faltas cometidas.
¿Notó la diferencia?
¿Notó como en la primera forma, la palabra “Nosotros” resulta ser una trinchera? Ese estilo literario tras el cual el autor se atrincheró al escribir, ha reforzado mi tendencia natural a esconderme tras el grupo, tras el género, tras todos, el grupo, la banda, el equipo, la iglesia, nosotros, el cristianismo entero.
Origen de las palabras “Trinchera”
Quizás no sea otra cosa que el viejo mecanismo del pecado que mueve a evadir la responsabilidad que se tiene y transferirla a otra persona. De ser así; se estableció cuando Eva y Adán pecaron en el huerto de Edén. Después de comer del fruto prohibido fueron confrontados por Dios y Adán respondió…”La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y yo comí” Génesis 3:12
Realmente fue un intento de decir: “Yo no tengo la culpa, “Ella es la culpable” “tú mismo me la diste por compañera” entonces: “Somos culpables” (Trinchera: “Somos”)
En el verso 13 La mujer dijo:”la serpiente me engañó, y comí” Eso implicaba: -Luego no soy la única culpable; la serpiente causó todo. (Si no hubiera estado aquí… ¿Quién la habrá puesto?) Entonces no soy la única culpable. En esto “Todos somos culpables”. Todos; es la palabra trinchera aquí.
La única que no dijo nada fue la serpiente. Nada cambiaría su situación. El diablo que la usó estaba condenado al infierno desde entonces y ahí estará al final. No hay nada que pueda hacer. En realidad no es que aceptara su culpa, sino que estaba demasiado contento con haber dado su golpe maestro. Había afectado la creación de Dios. Ahora intentaría poner en evidencia qué tan bueno y amoroso era Dios realmente. Hasta dónde estaría dispuesto a sobrellevar esta ofensa del hombre sobre sí. (Todos sabemos que esto acabó en la cruz cuando Él mismo, en persona de su Hijo, se dispuso a morir por los pecados de la humanidad entera y lo hizo)
¿Qué es mejor para mí?
En la medida en que aplique personalmente las Escrituras a “Mi vida, mi mente, mis pecados, mis acciones, y no a “Nosotros o a todos”, mi carácter madurará. Avanzaré en la medida en que me haga responsable de mis propias acciones; sean estas positivas o negativas.
Vea como me oculto en las palabras trinchera, diciendo exactamente lo mismo que arriba, pero en plural en el siguiente párrafo:
-En la medida en que apliquemos personalmente las Escrituras a “Nuestra vida, nuestra mente, nuestros pecados, nuestras acciones, nuestro carácter madurará. Avanzaremos en la medida en que nos hagamos responsables de nuestras propias acciones; sean estas positivas o negativas.
Muy probablemente usted se sienta más cómodo con esta segunda forma de escribir, pero salvo su mejor opinión, a mí me parece que este estilo de escritura me lleva inconscientemente a pensar –Lo haré cuando “Todos” lo hagan; ¡Lo cual no sucederá nunca!
Cuando escribo, predico, enseño o simplemente platico, sin darme cuenta uso sistemáticamente “Palabras Trinchera”: Nosotros, todos, debiéramos, hagamos, vengamos, traigamos, diezmemos, ofrendemos, sirvamos etc. Etc. Afectando mi enseñanza al hablar de un modo que nunca moverá a la acción de quienes me escuchan.
En vez de expresarme de ese modo debiera decir: “Yo, debiera, haré, vendré, traigo, yo diezmo, yo ofrendo, yo sirvo, etc. Usar palabras que representen grupo no está mal pero tienden a fundirme entre los demás y a los demás conmigo en el concepto de la pluralidad; concediéndonos a todos el triste privilegio de ocultarnos entre una multitud imaginaria; favoreciendo que ninguno se responsabilice de sí mismo y de sus actos o palabras; lo cual para nada ayuda el desarrollo, y maduración como individuos.
ACCIONES A TOMAR
He decidido filtrar, traducir, y aplicar a “mí”, toda predicación, estudios, escritos y cualquier otra información que llegue a mí ofreciendo “Palabras trinchera”.
También he decidido enseñar, escribir, y expresarme más en primera persona del sigular; es decir a mi, yo, mi, hasta que sea natural en mí hablar de mis responsabilidades y deberes así como de mis errores y omisiones.
Seguramente estas decisiones serán sólidas bases para mi desarrollo y transformación.
Si verdaderamente deseo ser un buen LIDER DE SERVICIO, útil y al servicio del Señor; debo decidirme a dejar de usar…
Palabras Trinchera.
Palabras que me encubran
Pastor Verde.
1 Comment
Me gusto mucho. Trataré de trabajar en mi mismo, y ya no directamente en cambiar a los demás, si logro cambiar yo, entonces podré lograr el cambio de alguna persona más. Gracias hermano. ¡Quiero servir!