CONSTANTE:  es aquello que tiene constancia, seguridad, perseverancia. Es durable, repetido, persistente. Especialmente en física, se denomina CONSTANTE a aquella medida cuyo valor no varía en el tiempo; la velocidad de la luz por ejemplo. En matemáticas, una CONSTANTE es un valor fijo, aunque a veces no determinado. Por ejemplo el número 3: ¿Tres qué?, no importa, un 3, es siempre tres; es una CONSTANTE. En la Biblia hallamos diversas CONSTANTES, pero hoy nos centraremos en…

TRES CONSTANTES:

1. El hombre no mejora espiritualmente sino todo lo contrario. Ha sido así, desde su creación hasta el último día sobre la tierra. Esa es la primera CONSTANTE.
2. La misericordia, fidelidad y longanimidad de Dios son CONSTANTES. Han sostenido, sostienen y sostendrán la vida como la conocemos en el planeta hasta que Él decida lo contrario.
3. El amor de Dios es CONSTANTE y brinda la solución eterna a la CONSTANTE de nuestra inclinación a la maldad y su justa condenación en el infierno. Ha sido así y lo seguira siendo hasta que el determine otra cosa.

APLICACIÓN

• Hay que aprovechar, porque aunque CONSTANTES, no son eternas terrenalmente.
• Se acerca el tiempo en que los hombres no podrán identificar el día de la noche.
• En que faltará el alimento que llevarse a la boca.
• En que no habrá lugar para migrar y refugiarse.
• La vigencia de las CONSTANTES se acerca a su término.
• La maldad de las personas está llegando a un punto en que Dios sabe que no vale esperar un segundo más.
• Y como con esta pandemia extrañamos la forma de vida que tuvimos antes de ella, los hombres lamentarán las bendiciones que despreciaron.

CRISTIANO:

Es tiempo de reconocer…

Lamentaciones 3:22-23 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.  Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.

AMIGO:

Es tiempo de arrepentirte ante Dios y buscar el perdón de tus pecados por medio de la sangre de Cristo. Escucha el Evangelio con atención. ¡Créelo! No te dejes llevar por los dichos de otros que para justificar la dureza de sus corazones, culpan a los pastores, a los cristianos, y a Dios mismo por las desgracias del mundo. No te dejes influenciar. Piensa por ti mismo en bien de tu propia alma y las almas de tus seres queridos. Hoy Cristo quiere salvarte. No pongas pretextos. Mañana puede ser muy tarde para todos.

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Bendiciones…

Pastor Verde.

M. F. Verde.

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