¿Cómo Sé Que Soy Salvo?
¿En qué basamos nuestra seguridad?
Juan 3:36
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Juan 3:36
Si salimos a la calle y preguntamos a todo el que pase… ¿Crees en Cristo? ¿Qué responderá la mayoría? ¡Si!
Ya que la Biblia dice: «El que cree en el Hijo tiene vida eterna»; Entonces… ¿Todos son salvos?
Si les preguntamos si son salvos, la mayoría será honesta al responder: No lo sé.
Si preguntamos a los miembros de una iglesia evangélica: ¿Eres salvo? la mayoría contestará que sí. Si les preguntamos: ¿Cómo sabes que eres salvo?. casi seguro es que muchos responderán alguna de las opciones de la siguiente lista: Soy salvo porque…
- Nací en una familia cristiana evangélica.
- Fui presentado ante Dios y la iglesia cuando era bebé.
- Hice una oración a la edad de…
- Fui bautizado.
- Soy fiel. No falto nunca.
- No hago intencionalmente mal a nadie.
- Ayudo a mi prójimo si puedo.
- Doy mis diezmos y ofrendas.
¿Estas acciones por sí mismas, garantizan la salvación?
¿Qué dice la Biblia respecto a cómo ser salvo?
Juan 3:7-8… Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
REGLA DE INTERPRETACIÓN.
No interpretemos la Biblia a través de una experiencia particular. Interpretemos la experiencia particular a través de la Biblia, es decir: No interpretemos la Biblia por lo que pasa o lo que hacemos, interpretemos lo que pasa o lo que hacemos con la Biblia.
Ejemplo: Decir que alguien murió trágicamente porque seguro tenía pecado, es interpretar la Biblia a través de la experiencia, el resultado será un juicio condenatorio contra el muerto y la ponderación de santo y sabio del que interpreta. Contrariamente, si vamos a la Biblia y leemos: “La paga del pecado es muerte” y “Por cuanto todos pecaron están destituidos de la gloria de Dios” dejará ver que el que interpreta puede morir como el otro pero lo seguro es que está tan destituido de la gloria de Dios como el que murió. ¿Hay diferencia? ¡Obvio!
Las respuestas enlistadas arriba sobre ¿Cómo sé que soy salvo? son una forma de explicar la Biblia a través de la experiencia. -Soy salvo porque hice una oración hace “x” número de años-.
EL NUEVO NACIMIENTO ES COMO EL NACIMIENTO NATURAL.
Cuando nacimos en este mundo, no estábamos conscientes de lo que estaba ocurriendo, ni hicimos nada para conseguirlo. Nacimos y la prueba es que aquí estamos; yo escribiendo y usted haciendo favor de leerme. La regeneración o nuevo nacimiento ocurre generalmente así, sin que sepamos nada de ello; y sin que intencionalmente hagamos algo para conseguirlo.
Para responder objetivamente a la pregunta ¿Cómo sé que soy salvo? puede ayudar que cada quien retorne mentalmente al momento cuando no sabía nada de la Biblia, ni de la salvación, ni de la condenación por los pecados etc., pero está seguro que ese fue el momento en que fue salvado. Si no lo recuerda… ¡Uyyy! Mejor siga leyendo por favor. ¡Necesita esto!
MI TESTIMONIO
En mi caso, fue una noche de octubre de 1979. Había tenido un día frustrante en el trabajo. Andaba muy enojado, decepcionado e impotente para ponerle fin ese mismo día a mi relación laboral con la empresa. Fue el tema a la hora de la cena con uno de los varios compañeros de trabajo que laborábamos en equipo en la ganadera ciudad de Tizimín en Yucatán México por aquellos días. Silverio Millán había presenciado lo humillantes que fueron los jefes conmigo. Se esforzó por alentarme con razonamientos. En el momento oportuno, sacó un Nuevo Testamento de su bolsillo y comenzó a hablarme de los padecimientos de Cristo y de cómo Dios lo resucitó de los muertos al tercer día. Eso no era nuevo para mí, lo supe desde niño, (lo sabía, pero evidentemente no lo creía). Esta vez, esa parte me impactó tremendamente. Cuando leyó que después de resucitar, comió parte de un pez asado y un panal de miel, olvidé al momento mi problema (ahora doy gracias por ese conflicto). Nunca agradeceré suficiente a Silverio por hablar de Jesús como si fuera a aparecer en cualquier momento y llegaría para sentarse con nosotros a la mesa. (Ahora sé que lo hizo aunque no lo vi) ¡ME ESTABA HABLANDO DE UN CRISTO VIVO! Yo simplemente creí. Luego me invitó a orar y lo hice, pero el Evangelio ya había echado raíz en mi corazón. ¡Aleluya!
SIETE CAMBIOS QUE (EL EVANGELIO) PRODUJO EN MÍ.
1) Algo cambió en mi manera de pensar respecto a Dios. Dios pasó de ser un concepto religioso a ser la persona más importante. Mi pensamiento quedó encadenado a Él. No puedo (ni quiero) dejar de pensar en Él muchas veces en un solo día desde entonces.
2) Surgió un interés genuino, desconocido, ferviente y permanente por lo que Dios ha dicho y quiere para mí y de mí, es decir: Un profundo interés en conocer Su Palabra.
3) También surgió un deseo desconocido hasta entonces, de permanecer en comunicación con Él Lucas 18:1 lo describe como…La necesidad de orar siempre. y no desmayar.
4) Surgió además un deseo de agradarle y servirle sostenidamente de todo corazón a partir de ahí.
5) Algo cambió en mi conciencia sobre mis decisiones y mis actos. Ahora les llamaba por su nombre: Pecado. Apareció un pesar por todo el mal que recordaba haber hecho. Vergüenza de tan sólo pensar en ello. Arrepentido pedía perdón a cada rato conforme recordaba. Decir un insulto o maldición ya no era para mí y nació un deseo sincero de no volver a hacerlo. Con el tiempo, esa conciencia del pecado (desconocida hasta entonces) se ha ido agudizando. Mientras más lo conozco a Él, en vez de sentirme más puro, más claro me queda la gravedad de pecador que soy.
6) Con el tiempo, mi fe en las promesas de Dios ha crecido. Disfruto con gratitud todo lo que Dios me ha concedido en este mundo. Mi familia, la casa, todas las cosas, mi iglesia, hermanos y amigos, la tecnología y los equipos que permiten aprovecharla, pero mi esperanza está con Él en el cielo.
7) Aquella noche de octubre de 1979 germinó en mí, un amor desconocido hacia Dios, Jesucristo, el Espíritu Santo que ha ido creciendo con los años, pero también hacia la iglesia y al prójimo.
¿Qué hice yo para experimentar este cambio? ¡NADA! Ni siquiera estaba contento, ¡ÉL LO HIZO TODO!
ANALICEMOS LA EXPERIENCIA A LA LUZ DE LA PALABRA.
Gal 3:5 Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?
Efesios 2:89 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Tit_3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Gálatas 2:20 …y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual se entregó a sí mismo por mí.
O Como 1 Pedro 1:3 dice…
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
Romanos 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
Gal 5:22-23 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
PUEDO DECIR SIN JACTANCIA ¿CÓMO SÉ QUE SOY SALVO?, PORQUE NO HICE NADA, ÉL LO HIZO TODO.
SI BASAS TU SALVACIÓN EN LO QUE HACES O HICISTE, CONSIDERA ESTE MENSAJE Y ENTREGATE POR FE A LO QUE ÉL HIZO POR TÍ
Bendiciones
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