discipulados.com
¡Sorpresa! | Discipulados
Aquel crudo invierno; Julio, el rudo obrero de la fundidora, aceptó a Cristo como su Señor y Salvador. De inmediato se observó un cambio sorprendente en su manera de ser y de vivir. Ya no se le veía como el bravucón violento y mal hablado de siempre. De inmediato comenzó a asistir a la iglesia, y en